No puedo negarlo. Vine al mundo con la memoria de tu existencia. Y no te
busqué en absoluto, porque consideraba que era absurdo y hasta de locos eso de
andar buscando ausencias. Aunque, siempre me daba curiosidad saber cómo eras en
realidad, pero también me limitaba la certeza de la distancia. Sin embargo, era
perturbador y hasta absurdo saber que estabas allí en algún punto conviviendo y
hasta amando las mismas cosas que me gustaban. Nunca salí a buscarte, porque es
de locos buscar ausencias. Pero, sí. Mi memoria no se había equivocado. Fue
raro verte allí. Estabas parada en un tiempo exacto en que debía
encontrarte.
Colección
Cien cuentos para el pombero. Gladys Mercedes Acevedo.
Todos los
derechos reservados a la autora
No hay comentarios:
Publicar un comentario