10 de noviembre de 2018

La Cortesana


Es así como te pierdes en el umbral de los libros, buscando aquí y allá mundos perdidos donde almas menos viles han de compadecerse de tus labios rojos y tus pecados. De tu arrojo irreverente ante la vida, el de ir bordeando la muerte y de vez en cuando la vida. Sí, la vida, esa que te enseñaron desde niña a degustarla entre cantos de gallos y fragor de medianoche. Sé que te sientes cómoda allí, en el vientre blando que te acuna y donde puedes liberar todos tus infiernos y empezar una nueva historia. Te duermes acariciando las hojas y las plumas dulces que te van redimiendo a medida que escribes mientras el crepúsculo avanza. Y te quedas dormida apenas, mientras allá afuera de nuevo empieza la vida. Te quedas dormida apenas soñando que no existirá otra noche.
Colección Cien cuentos para el pombero. Gladys Mercedes Acevedo. Todos los derechos reservados a la autora

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