Jaén en verde mar de atardeceres de historias y dragones encallados, de caballeros sin rumbos en el tiempo y otros que lo rescatan.
Sí, Jaén, la misma que suspira olivares y sueños de nunca olvido. Aquella la de las piedras engrandecidas en murallas que han detenido a invasores y perpetuado al tiempo.
Jaén la dulce, la de los pasos felices, la que contiene el huerto de hespérides sellado en un nombre inolvidable.
Gladys Mercedes Acevedo. Todos los derechos reservados
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