5 de diciembre de 2018

Crónica de la paloma y el mar


Están allí, casi siempre en solitario. Miran, se hipnotizan y se maravillan con ese extraño éxodo, con el golpe exacto en que las olas sueltan a su orilla y de nuevo se sumergen en los abismos del retorno. No lo hacen en silencio. Se retiran con estruendos de nostalgias. Sí. Es un complejo desprendimiento de vida y muerte. Todo allí parece gobernado por el mundo de los retornos. Le sorprende la libertad de los libres, la sal del desamparo y la aberración al tiempo. Comprende lo incomprensible, que hay una profundidad que siempre gobierna y gesta. Que siempre está allí como una manifestación de lo imposible. Observa maravillada la inmensidad de ese mundo que es ajeno a las alas que la habitan. Compara. Sí. También las olas regresan siempre, sin aviso previo como los amores de los hombres que no entienden de despedidas. Llegan una y otra vez enlutados de esperanza sabiendo que el abismo está a su espalda y los espera.

Colección Cien cuentos para el pombero. Gladys Mercedes Acevedo. 
Todos los derechos reservados a la autora

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Rosa la bella

"Tu final no es el mío. Tu adiós no me ha sepultado nunca. He atrapado tus sonrisas en todas las jaulas de mi memoria. Ni las histor...